LA LUCHA DE LA EDUCACIÓN CONTRA EL CORONAVIRUS
La pandemia ha afectado la educación en una gran medida, pero los colegios no han parado ante la situación actual del mundo. La enseñanza es la mejor vacuna para el desarrollo de las mentes más jóvenes ya que ellos van a crecer en sus saberes.
Colegios, profesores, estudiantes y familias han tenido que superar los retos que van desde la conexión de internet hasta la facilidad de las herramientas.
El sector educativo inculca en los más jóvenes el conocimiento, una vacuna que para esta época, es la herramienta más efectiva para lograr formar el futuro de nuestro país. El Colegio Santa Teresita de Lisieux, en Cúcuta, ha combatido la pandemia con la educación desde casa. Una tarea que no ha sido fácil para ellos, especialmente para los más pequeños. Pero esto, no les ha impedido seguir luchando por la formación de sus estudiantes.
Para el Colegio Santa Teresita de Liseux, su propósito como institución es contribuir al mejoramiento de la calidad de vida, mediante la formación integral de los estudiantes, con bases en procesos y valores que les permitan ser gestores del desarrollo de sus facultades: inteligencia, voluntad, psicomotricidad, y espiritualidad en los ámbitos individual y social. Este objetivo no ha cambiado a pesar de la situación actual del Covid-19, un virus que obligó al mundo entero a cumplir un confinamiento.
Ante la propagación del covid-19, el presidente Iván Duque ordenó cerrar los colegios de todo el país el 20 de abril, con la posibilidad de que se prolongue dependiendo de cómo evolucione la pandemia. En total, son cerca de 10 millones de niños de entre los 5 y los 16 años que dejan de asistir al colegio con esta medida y, por lo tanto, millones de padres se enfrentan a varias preguntas y preocupaciones.
Para Rosaura Prieto, el colegio es una institución especial que, además de educar a niños desde el grado preescolar hasta primaria, brinda lúdicas una vez por semana para fomentar el desarrollo de habilidades y potenciales en los estudiantes. Sin embargo, el confinamiento representó una amenaza educativa a los más pequeños. La reinvención se convirtió en la nueva normalidad del colegio, la creatividad es la mayor herramienta que tienen para poder llegar al hogar de los niños.
Rosaura se vio en la obligación de pasar las clases presenciales a la virtualidad, un cambio que fue fácil para los más jóvenes. Según Yaneth, los grados más afectados han sido preescolares, ya que la concentración de ellos aún es dispersa y no es fácil manejarlos por medio de un computador. Esto hizo que cinco estudiantes fueran retirados del grado, por decisión de sus padres.
Este cambio presenta muchas complicaciones, cada día es un panorama distinto con cada joven. No siempre el internet es efectivo, en algunos hogares la conexión no es buena, en otro es la falta de concentración, el hogar donde no hay los recursos o condiciones. Esto sumado a las dificultades que presentan los padres de familia, tanto en el sector económico como en el familiar.
Otro factor que ha afectado es el tiempo de los padres, pues no siempre se dispone de él. Aun así, el colegio lucha día a día para mejorar las estrategias de comunicación con los estudiantes. Esta pandemia permitió les permitió a los profesores cambiar su forma de enseñar; a los estudiantes, de aprender, y a los más jóvenes, de continuar desarrollando sus habilidades. Un reto que jamás es fácil, pero no imposible para Rosaura, una mujer entregada a la docencia y la enseñanza del nuevo futuro del país.